Albert Llovera ya sabe lo que es pasar dunas de noche.

El bautismo de dunas de Albert Llovera no fue nada fácil, para el piloto andorrano la etapa Er Rachidia-Ourzazate (día 9 de enero), segunda de las disputadas en Marruecos del Dakar 2007, se alargó prácticamente 24 horas debido a la dificultad de la misma y a los problemas de transmisión de su Isuzu pick up Rodeo. Llovera llegó muy entrada la madrugada al aeropuerto de Ourzazate, lugar en donde estaba ubicado el campamento de esta etapa. Cabe destacar que sin tiempo de descansar Llovera tomaba la salida de la tercera etapa que le llevará a Tan Tan aun en territorio marroquí.

Como es habitual siempre que el Dakar cruza el Erg Chebbi, esta cadena de dunas representa la primera criba antes de la entrada de la prueba en Mauritania. Este año no fue una excepción aunque el conocimiento del terreno por parte de muchos de los participantes hace que cada vez sean más los pilotos que consiguen superarlas. Entre los novatos de este año estaba Llovera que se encontró con una situación completamente nueva para él, después de superar el primer tercio de la etapa empezaron los problemas de transmisión, nos quedamos sin la tracción delantera y a partir de aquí todo fue más complicado. Tuvimos suerte de T4 (camión de asistencia del equipo en carrera) que nos sacó del atolladero y gracias a su ayuda pudimos completar la etapa sobre la 4 de la madrugada. Supongo que por la falta de costumbre el desierto de noche me ha parecido tenebroso, ha sido toda una experiencia.
Una vez en la asistencia los técnicos de Isuzu han intentado repara el vehículo pero lo han conseguido a medias, para la etapa de hoy (día 10) en la que no hay nada de arena hemos decidido salir sin la tracción trasera y una vez en Tan Tan intentaremos reparar el diferencial delantero ya que entrar en Mauritatnia sin tracción total no es nada aconsejable.
No se equivoca Llovera ya que las dunas que ha superado en la etapa del Erg Chebbi es un pequeño anticipo teniendo en cuenta con lo que se encontrará en las etapas de Mauritania en las que hay días que toda la jornada es sobre arena.

A pesar de todo el piloto andorrano se muestra optimista y con ganas de seguir hasta que el cuerpo y la mecánica aguante, es conocido de los aficionados que el Dakar es muy duro para los participantes pero también es muy exigente para las mecánicas que trabajan durante muchas horas en situaciones límite.

 

Servicio de prensa.


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